En las plazas empedradas y las callejuelas de Medina del Campo, la herencia cultural se despliega como un tapiz tejido por siglos de historia. Esta villa castellana, atravesada por el río Zapardiel, es mucho más que un punto en el mapa; es un testimonio vivo de tradiciones ancestrales y esencia arraigada:
- Orígenes Antiguos:
- Medina del Campo se alza sobre cimientos que se remontan a la época romana. En aquel entonces, era conocida como “Madinat al-Qum” durante la ocupación musulmana de la península ibérica.
- Pero su historia es aún más rica: ha sido habitada desde la prehistoria, como lo atestiguan los restos arqueológicos encontrados en la zona.
- La Reconquista y el Desarrollo Medieval:
- En la Edad Media, Medina del Campo se transformó en una villa amurallada y fortificada.
- Su posición estratégica la convirtió en un importante centro de comercio, con infraestructuras como calzadas y puentes.
- La villa creció y se desarrolló, atrayendo a comerciantes, artesanos y visitantes de toda Europa.
- Las Ferias y el Prestigio Exterior:
- Medina del Campo brilló con sus ferias, que datan al menos desde 1421.
- Estos eventos atrajeron a mercaderes de todas partes, consolidando su posición como un lugar de relevancia.
- El prestigio exterior de sus ferias se extendió por toda Europa, convirtiéndola en un faro cultural y comercial.
- La Esencia de las Tradiciones:
- Las calles de Medina del Campo guardan los ecos de bailes folclóricos, canciones entonadas y recetas transmitidas de generación en generación.
- La Semana Santa, las fiestas patronales y las celebraciones locales son momentos donde la esencia de la villa se manifiesta con fuerza.
Así, en cada piedra tallada y en cada rincón de Medina del Campo, celebramos la riqueza de nuestras tradiciones y la herencia cultural que nos une a través del tiempo.