Sumérgete en los mercados medievales que son parte esencial de la feria. Estos mercados no solo ofrecen productos, sino también una experiencia cultural única. Los mercados medievales recrean el comercio y la vida cotidiana del siglo XVI, con artesanías, alimentos y espectáculos en vivo. Los visitantes pueden comprar productos locales, como quesos, vinos y dulces, mientras disfrutan de actuaciones de músicos y malabaristas. Los artesanos muestran sus habilidades en talleres abiertos, permitiendo a los visitantes ver cómo se fabricaban los productos en la época. Además, hay demostraciones de oficios antiguos, como herrería y carpintería, que ofrecen una visión fascinante de la vida en el pasado. Estos mercados son una parte integral de la feria, proporcionando una experiencia inmersiva que combina educación y entretenimiento. Es una oportunidad para apoyar el comercio local y disfrutar de una atmósfera única y festiva.